domingo, 4 de marzo de 2012

EL ATLETISMO NO ENTIENDE DE POLÍTICA


            Quiero agradecer desde aquí, como atleta popular, a todos aquellos que de manera directa o indirecta habéis participado hoy en la Quarta i Mitja Marató d´Oliva.
           
Aquellos que habéis venido de muy lejos, y a los que no tanto, para compartir pasos, carreras, sprints y sudores hasta terminar vuestro recorrido.
           
A otros que acompañáis a esos locos que corren y tenéis que quedaros tomando un café, helándoos de frío, soportando fuertes vientos e incluso a veces esperando pacientemente, aguantando una copiosa lluvia.

Luego están esos seres que nadie da importancia pero que sin ellos, esto no sería posible, los que cuidan de nosotros, Protección Civil, Cruz Roja y Guardias Municipales.
 Y tantos y tantos voluntarios que son los que más mérito tienen porque no cobran ni un duro y hacen su trabajo desinteresadamente.

Luego están los compañeros del club organizador, unos más que otros se merecen este reconocimiento, porque nunca mejor dicho, hay quien a dado por la carrera sudores y lágrimas, y no estaban precisamente corriendo en la competición.

Hoy gracias a Dios, solo nos ha molestado el dichoso viento, y por eso muchos no han conseguido su marca. Pero cada uno de vosotros habéis salido de una línea común, con un recorrido común, con un final común, situado en el mismo sitio según la distancia elegida, todos iguales, todos con el mismo objetivo principal, recorrer esa distancia en el menor tiempo posible, o quizá disfrutando lo mejor posible en compañía.

Pero tanto el primero como el último habéis realizado un trabajo anterior de preparación, un trabajo de entrenamiento que junto con la competición de hoy os distingue como atletas.


Atleta de fondo, que como su nombre indica se refiere a largas distancias, seres que para mí son ejemplo de sacrificio, tesón, constancia, ímpetu, confianza, coraje, nobleza… Y podría nombrar muchas más cualidades pero creo que con estas son suficientes para entender, que un atleta no hace trampas, no se deja caer fácilmente sino hay una contrariedad muy grande, que un atleta sabe lo que es compañerismo, ahora tiro yo y luego tú. Y todos absolutamente todos somos iguales dentro de la competición no entendemos de colores, no entendemos de partidismos somos un bloque, con las mismas ventajas y desventajas, y con una meta común. Con distintos tiempos sí, pero todos recorremos la misma distancia.
           
            Creo que la prueba a pesar de las inclemencias del tiempo ha resultado fantástica, por la opinión de varios corredores, a pesar de no conseguir su marca se iban satisfechos por la organización, el recorrido y el trato recibido.

Lástima que a la hora del cierre de la misma, cuando teníamos que atender a los líderes del reloj, algunos de aquellos que no saben lo que significa la palabra atleta, ni les llegan a la suela de los zapatos en cualidades, hayan hecho esperar a nuestros anfitriones por la puñetera cabezonería de querer salir como protagonistas en una foto. Por no mencionar aquellos que se impacientan esperando al último corredor (que para mí es el mejor, pues demuestra que es el que más aguanta corriendo) y no paran de quejarse porque tienen otro acto al que acudir, encima, no se les ocurre otra feliz idea que encenderse un pitillo al lado de los corredores que llegan extenuados por el esfuerzo.





Señores, señoras, los atletas no entendemos de política, y por eso se invita a todos los representantes del consistorio a participar en una fiesta que es la de todos,  nadie es más que nadie porque sabemos lo que significa la palabra democracia.

“TODOS IGUALES”