Extraído del libro “Maratón” de Hal Higdon entrenador de la
selección americana de maratón.
Los psicólogos
han insistido durante mucho tiempo en que la mente es tan importante como el
cuerpo cuando se quiere tener éxito en
los deportes, particularmente en una prueba como el maratón, dónde la mente debe empujar al cuerpo en
situaciones extremas.
Cualquiera
puede utilizar los ejercicios mentales para ayudarse a sí mismo en las carreras
de larga distancia.
·
Dividir en partes la carrera. Siempre viendo la
parte más conveniente al principio miraremos lo que hemos hecho. Ej: “Ya tengo
un tercio”. Al final miraremos los que nos queda. Ej.: “Sólo falta un tercio”.
O ya tengo 5 km, 10 km. Sólo me faltan 8 km, 5 km.
·
Cuando llegamos a la parte final es decir cuando
faltan como máximo 8 km. Engañar al cuerpo. Decir que sólo falta 1 km, y cuando
se acaba ese borrar y decir de nuevo sólo falta 1 km, hasta el final. Hay quien
lo asimila mejor por tiempos sólo 10 minutos más, venga otros 10.
Vale la pena tener pensamientos positivos.
Los ejercicios
mentales en el maratón son más que estrategias para afrontar el dolor o el
aburrimiento. Del 60 al 90% del éxito en los deportes se puede atribuir a los
ejercicios mentales y al dominio psicológico.
Desafortunadamente,
el pensamiento puede funcionar contra uno mismo. La confianza es un factor
importante en los ejercicios mentales de los atletas: la potencia de los
pensamientos positivos está relacionada
con algo más que el éxito en los negocios. Si nosotros no estamos confiados en
que podemos lograrlo como vamos a lograrlo. Es importante el “creérselo”. El
que somos capaces de realizarlo.
Pero hay una línea sutil entre la confianza y
la confianza en exceso. Los atletas confiados pueden relajarse más fácilmente
que uno que sienta miedo. Este último gastará más energías que el primero.
Es necesario
visualizar el éxito, imaginar la carrera, visualizarnos llegando en el tiempo
objetivo, sentir la satisfacción de haberlo conseguido. Pensar en ello viéndonos
corriendo con agilidad hará incluso que mejoremos nuestra técnica de carrera,
los corredores que quieren mejorar su forma física pueden imaginarse a ellos mismos
corriendo como los corredores más
rápidos en nuestro deporte. (Yo muchas veces me he visualizado corriendo como
Juanra Pous, pero todavía no llego a conseguir su técnica, no le pillo el
truco… era broma, pienso en Carmen Sala me resulta menos atractiva que Juanra
pero más a fin a mí ).
Los corredores
deberíamos mentalmente revisar la carrera antes de cualquier competición de
gran distancia y pensar como la debemos correr.
El poder de concentración.
La habilidad
para concentrarse es un elemento sencillo que separa los atletas muy buenos de
los mejores.
Hay corredores
que muchas veces piensan en otras actividades que no son correr para afrontar
el dolor, esto además de la posibilidad de disminuir la velocidad, esta táctica
es peligrosa: los corredores podrían ignorar los importantes síntomas del
cuerpo y descuidadamente conducirles a una insolación o una fractura por
fatiga.
Se define la
disociación como ignorar la reacción sensorial que uno obtiene del cuerpo
mientras centramos la mente en algo exterior. Aunque la disociación bloquea los
mensajes negativos, previene el aburrimiento, y aparta a la mente de la pena y
la fatiga de los músculos durante la carrera extenuante, puede acarrear algunos
problemas como no beber bastante líquido, descansar o aplicar un incorrecto
control muscular.
Es
duro mantener un ritmo coordinado, de
calidad, a menos que uno se concentre.
Estar atento
significa que te encuentras sincronizado con el cuerpo a mitad de carrera y que
marcas el ritmo. La evasión significa que no te encuentras sincronizado con el
cuerpo y te dejas llevar.
Mantener un
ritmo constante o incluso tener la energía para coger el ritmo posteriormente
en la carrera puede ser una estrategia muy eficaz, ya que pasaras a muchos
corredores, en la última media docena de kilómetros, que salieron corriendo
demasiado deprisa. Aquí es interesante por ejemplo separar a los corredores voy
más rápido que el de azul voy a ver si a mi ritmo lo cojo, ahora a por el de la
camiseta naranja… Yo estoy cansado pero él lo está más.
Es
absolutamente esencial que nos concentremos en la competición, observando
nuestra reacción corporal, no perdiendo el contacto con lo que está ocurriendo
a tu alrededor, es decir dentro de la carrera no los alrededores panorámicos.
Muchos corredores afirman que sus mejores carreras cuando mejor han corrido, es
cuando no recuerdan el paisaje, las
vistas pero sí en qué momento cogí a este corredor o al otro.
Aprender a concentrarse.
Aprender a
mejorar el tiempo de atención y la habilidad para concentrarse durante periodos
más largos puede resultar la estrategia. Pero esto requiere tiempo pueden ser
de 5 a 6 semanas para mejorar la concentración durante un cuarto de carrera.
Por eso estos ejercicios mentales deben entrenarse en las salidas largas y en
solitario, callados e incluso con otras pruebas intermedias antes de la
competición objetivo.
La concentración
no puede compensar la falta de entrenamiento físico, pero puede ayudar aumentar
su potencial.