Todos conocemos, tanto de famosos/as como de atletas del club o compañeros de entrenamiento. Gente que compite mucho, que planifica poco y que se le da bastante mal, y gente que se pone un objetivo al año, prácticamente no compite nada más, y la tensión le desborda en el momento decisivo, echando por tierra todo un año de entrenamiento. Pero hay un espacio intermedio que debemos buscar.
Aquí os muestro algunos puntos a tener en cuenta a la hora de elegir nuestras competiciones para obtener la máxima recuperación de unas a otras.
1. El cuerpo no tiene receptores en todas las partes implicadas en el esfuerzo. Por tanto, nuestra sensación no indica necesariamente cansancio o recuperación real.
2. Puedes competir más veces y con menos tiempo entre pruebas cuantos más años lleves entrenando asiduamente, teniendo en cuenta el números de horas que hayas entrenado al año. ¡Ojo a los veteranos¡ hay edades en las que debemos empezar a descansar un poco más y rendiremos mejor.
3. El nivel de preparación fisiológica no es el único que puede determinar el número de competiciones. También la preparación psicológica para que la competición no estrese en exceso. Hay deportistas que el cansancio psicológico les desaparece en el momento de la salida.
4. Si la temperatura y la humedad son elevadas la recuperación se retrasará en el tiempo.
5. El perfil de la carrera a pie determinará una parte importante de la recuperación. Si el terreno no es plano se necesita más recuperación. También como no la distancia y la dureza del terreno puede relantizar tú recuperación, los terrenos que más castigan en la carrera a pie son de mayor a menor: Tierra mojada o arena dónde se nos hunda el talón, el cemento, el asfalto, la tierra (seca) y el verde.
6. Cuando nos traslademos de país también hay que tener en cuenta el cambio de horario.
7. La duración de la competición
Si todos estos parámetros los correlacionas, tanto la preparación física y mental anterior como las variables de la prueba y tu respuesta personal ante todo esto, seguro que te da algo de información para determinar con que frecuencia competir.
Creo que hay que tener unos objetivos principales pero también unos intermedios, con el objeto de que si en el principal fallamos podamos resarcirnos en los medios. Ejemplos serían antes de una prueba de 10 km intentar hacer tiempo en una de 5 km, antes de una media maratón hacer tiempo en una de 10 km, y antes de una maratón hacer tiempo en una media, todo dentro del mismo entrenamiento, lo mismo nos sirve para los triatletas en las distancias sprint, olimpico…Ironman. Espero que este pequeño resumen extraído de un artículo de Eduardo No, os haya servido de algo.
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